DIRECTORIO

Colaboradores en este número:

Puerto Peñasco, Son.

Elizama Pérez Godínez
Guadalupe Pérez Cabrera
Kenia Castañeda Nevárez
Paola Santiago
Juan José Gutiérrez Gerardo
Manuel Pasos González
Perla Hernández
Pía Mijares-Mastretta
Maria del Rosario Jaurégui Méndez

Hermosillo, Son.

Soyna Daniels Lydia Gurrola

Guaymas, Son.

Juan Jesús García González
Anastacio Catzin Mario
David Gamboa López
Griselda Franco
Ernesto Bolado Martínez
María de los Ángeles Carvajal

Teacapán, Sin.

Roberta Abigail Peralta Suárez
Yuvia Selene Velázquez Ibarra
Griselda Abigail Betancourt Chávez
Rafael de Jesús López Villela
José Alberto Figueroa Mora
Manti Salem Castro Hernández
Rebeca Ochoa Viera
Iván Alberto Flores

San Blas, Nay.

Antonio Delgado I.
Alma Delia Sojo Cornejo
Fernando García Araiza Luis Verdín

Consejo Editorial

César Angulo (San Luis Rio Colorado, Son.)
Talli Nauman (San Ignacio, B.C.S.)
Debra Valov (Mulege, B.C.S.)
Sergio Morales Polo (Loreto, B.C.S.),
Carmina Valiente (La Paz, B.C.S.),
Miguel Ángel Torres (Aguascalientes, Ags.)

Asesores del Vol., 1 No. 2:

Ernesto Bolado
Alba Reyna González
Juan Francisco García
Dahl McLean

Agradecimientos:

SuMar-Voces por la Naturaleza, A.C.
Fondo de Acción Solidaria, A.C
Green Grants
The David and Lucile Packard Foundation
ALCOSTA
Ecomujeres.org
Environmental Defense Fund

Diseño:

Leonel López Peraza, Hermosillo, Son.

Contacto:

meloncoyote@gmail.com
www.meloncoyote.org

Impresión:

Primera Plana, Hermosillo, Son.


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Melóncoyote es un producto de Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica (PECE), un proyecto independiente de comunicación fundado en 1994 con el apoyo de la Fundación MacArthur.
Los puntos de vista de los autores son responsabilidad propia.
Se autoriza la reproducción total o parcial de los textos, ilustraciones y/o contenidos citando a los autores y a la publicación.

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¿Por qué el Melóncoyote?

Al arrancar el primer proyecto de periodismo ciudadano de la región de El Golfo de California, en 2005, nuestro equipo escogió el nombre de Melóncoyote porque es una especie emblemática de las tierras en que desempeñamos nuestra misión.

El melóncoyote (Cucurbita palmata, C. cordata, C. digitata o C. foetidissima), también conocida como calabacilla, es una planta silvestre, perenne, resistente, versátil, bella, útil y nativa de los suelos arenosos que caracterizan la región de El Golfo de California. Se encuentra en siete estados y dos países: Baja California Sur, Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit, en México; y California y Arizona en los Estados Unidos. Los y las lugareños indígenas y campesinos que portan la sabiduría tradicional nos dicen que en su uso como medicina es amarga pero efectiva; como instrumento musical, sirve de sonaja; como alimento, sus semillas proveen de harina y aceite con alta cantidad de proteína; y su cáscara es ideal para guardar “tiliches”. Es parte integral de la cadena alimenticia, ya que toma su nombre del hecho de que los coyotes la comen, y también nutre a la jabalina y el puerco espín. Tiene una raíz inmensa que le garantiza la sobrevivencia contra el mal tiempo, mientras sus largas enredaderas sirven de anclas para la tierra en áreas frágiles.

El equipo hizo énfasis en su intención de crear un medio de comunicación masiva, capaz de difundir los esfuerzos para el desarrollo sustentable a nivel regional, al escoger el nombre de Melóncoyote, porque se encuentra la especie en toda la zona. Con ella como nombre y logotipo, damos una clara señal, además, de nuestro respeto para los detalles del territorio y los mares, así como las culturas ancestrales y las costumbres de la región.

Vemos el establecimiento de este medio de capacitación y difusión como algo urgente dada la idiosincrasia de la región. Nos concebimos como un elemento del entorno, positivo como es el melóncoyote, ante los retos del crecimiento de la región: su densidad poblacional baja, reciente incorporación política a la estructura nacional gubernamental, alta atracción natural, y proximidad al sector fuerte de inversión estadounidense. Entendemos que todo esto implica fuertes presiones de desarrollo que requieren de habitantes informados, con la posibilidad de participar en las decisiones que afectan su tierra, agua, aire, tesoro de biodiversidad y futuro. Invitamos a otros ciudadanos a unirse con nosotros a participar en la construcción de este medio y por un futuro estable para la región.

Los antecedentes del proyecto datan de 1994, cuando se formó Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica, PECE, un primer intento de su tipo, que después participó en la fundación en 2004, de la organización nacional gremial de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales. Todo el trabajo del Melóncoyote es voluntario.

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Editorial

Periodistas ciudadanos ponen
el desarrollo sustentable bajo
la lupa

Se usa mucho la palabra sustentable para calificar a los proyectos. ¿Pero por qué?

Se le usa para caracterizar a los proyectos que toman en cuenta las fuerzas de la naturaleza y el interés social, dentro de sus ámbitos, en vez de externalizarlas.

La popularidad del término data de 1992, cuando los países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebraron la primera Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable, en Rio de Janeiro. Se conoce el evento también como la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible o la Cumbre de Río. En todo caso, se le considera como un parteaguas en el pensamiento común.

En aquella ocasión se destacó la definición de desarrollo sustentable que la misma ONU había aceptado en 1987 en el Informe de Brundtland “Nuestro Futuro Común”, elaborado por la Comisión Mundial de Ambiente y Desarrollo, a saber:

“Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.”

Los proyectos que no toman en cuenta la voluntad y la participación de los habitantes en los lugares donde se proponen nunca van a ser sustentables. Por el contario, la transparencia y la participación democrática en las iniciativas aseguran su éxito social, económico y ambiental in situ.

Estos son algunos de los conceptos compartidos con los estudiantes de los Centros de Estudios de Tecnología del Mar (CETMar) e instituciones de enseñanza similares en una serie de cuatro coloquios y talleres de periodismo ciudadano para el desarrollo sustentable, realizada en la Región Golfo de California entre noviembre de 2009 y abril de 2010.

Los productos de los talleres constituyen orgullosamente a éste, el Número 2 del Melóncoyote, toda vez que los integrantes voluntarios del equipo del boletín ofrecieron a los alumnos la capacitación y la oportunidad de debutar en las páginas de esta publicación.

La serie constituye un esfuerzo pionero. Fue organizado por la asociación civil SuMar, Voces por la Naturaleza, A.C., con sede en Guaymas, Sonora, mediante un acuerdo institucional con los diferentes planteles del CETMar, y en coordinación con las organizaciones civiles: Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos, A.C. (CEDO); Red Ecologista para el Desarrollo Sustentable de Escuinapa, A.C. (REDES); y Grupo Ecológico El Manglar, A.C. El proyecto fue posible gracias al apoyo de The David and Lucile Packard Foundation; el Fondo de Acción Solidaria, A.C. (FASOL); Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica (PECE), y Bionero.org.

Los coloquios juveniles “Sumando Voces por El Golfo de California” y talleres tuvieron lugar en Guaymas y Puerto Peñasco, Sonora; Teacapán, Sinaloa; y San Blas, Nayarit.

A través de conferencias presentadas por expertos, los alumnos y profesores de nivel medio superior y superior, abarcaron temas de importancia crítica para la región, como el cambio climático, el uso del suelo y agua, la biodiversidad, las áreas naturales protegidas, los humedales, la pesca y el turismo, entre otros. En sesiones aparte, se llevaron talleres en técnicas básicas del periodismo con énfasis en la investigación en campo y en el valor de informar sobre alternativas positivas para la comunidad local en el terreno económico.

Por la naturaleza de la Región Golfo de California, las notas en su mayoría se centran en la reconversión económica de la pesca, una actividad en apuros sociales, económicos y ambientales. Las notas recalcan la importancia del apoyo de la sociedad a gente innovadora, con conciencia sobre la conservación de los recursos naturales y el progreso económico y cultural.

Como ejemplos se destacan en estas páginas las cooperativas de ostión y de la almeja en Puerto Peñasco; las cooperativas que promueven el ecoturismo ante el megaproyecto Centro Integralmente Planeado en el municipio de Escuinapa; la Asociación de Pescadores de la Dársena Norte de San Blas; y la única empresa en el continente americano que cultiva perlas, en la Bahía de Bacochibampo, frente a Guaymas. Estos proyectos demuestran el tipo de alternativas que puede haber si hay participación ciudadana en el desarrollo de un puerto comercial en Punta Colonet, B.C., como se vaticina.

Por la misma naturaleza de la Región Golfo de California, las notas comprenden temas centrados en los humedales y el desierto, gran parte de las áreas naturales protegidas que rodean e impactan a este mar, reconocido mundialmente como una prioridad de conservación. Exponen tanto el esfuerzo por proteger el cocodrilo nativo de las marismas de San Blas, como el logro del primer centro de visitantes en el Gran Desierto de Altar, mismo que por su diseño ecológico rompe barreras para convertirse en prototipo para las áreas naturales protegidas a nivel nacional.

¡Que la participación social y la voluntad de proteger el entorno, puestas bajo la lupa por los jóvenes periodistas ciudadanos, entusiastas autores de las notas en este número del Melóncoyote, sean una inspiración para el lector preocupado por lo mismo y para que ahora sí, “no comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro”!