Por Jacqueline Violeta Valdes Cárdenas*

Los cursos de  capacitación en monitoreo biológico aportaron una oportunidad sin igual: un campamiento y recorrido ecoturistico guiado por los escondites de la Ciénega de Santa Clara, humedal de manglares en la Delta del Rio Colorado ubicado al suroeste de la ciudad de San Luís Río Colorado.

Apoyados por Hitandehui Tovar, bióloga del Centro de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO) Intercultural, el grupo de monitores comunitarios fue conformado por: trabajadores del mismo centro y del grupo ambiental Pronatura, asi como de alumnos del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CETMar) No. 14 en Puerto Peñasco.

De noche, los participantes aprovecharon de unas cabañas construidas por los ejidatarios para acampar, y mientras disfrutaban de la tranquilidad de la ciénega, el encargado de allí compartió sus anécdotas y explicó cómo se está formando este proyecto.

Por la mañana y luego de disfrutar la belleza del lugar, los integrantes pusieron en práctica la capacitación sobre monitoreo de aves.

Instruidos por Alejandra Calvo y Eduardo Soto, hicieron un recorrido de la ciénega, caminando por el sendero interpretativo, adaptado para ese fin con fondos de la ONU.

Admiraron las facetas de la naturaleza y se encontraron con letreros en los que pudieron leer cosas sobresalientes, como la diferencia entre las aves migratorias y las que residen ahí.

Boletín Ciudadano Sobre el Desarrollo Sustentable del Noroeste Mexicano
Sonora
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Realizaron práctica de campo durante la capacitación.
(Foto: Kenia Castañeda Nevárez)

La Ciénaga de Santa Clara y La Pila revelan sus secretos
Los cursos empiezan por la capacitación a todos los integrantes, en esta ocasión en las oficinas de Pronatura Noroeste en la ciudad de San Luís Río Colorado.

Fueron impartidas pláticas sobre la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Rio Colorado. Dentro de los temas que se abordaron está la ubicación de la reserva, misma que está dividida en los estados de Baja California y Sonora, pasando por los municipios de Mexicali, Puerto Peñasco y San Luís Río Colorado, y menos de 60 km. de la frontera con Estados Unidos.

Además se trato de las reglas administrativas que rigen esas zonas, como la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que protege a varias especies de esta reserva.

Dieron a conocer los programas de conservación y manejo que a su vez están divididos en subprogramas para la protección y vigilancia, uso de  tecnologías  económicas  y  sustentables,  restauración  de  los

humedales, cultura de la conservación y oportunidades de mejora y promoción del ecoturismo.

Los ponientes expusieron también sus experiencias de monitoreo, y proporcionaron herramientas básicas de monitoreo, como  la hora y la   temperatura que debe de haber cuando se realizan las condiciones en las que se deben de haber. Se explicó la manera de llenar las hojas de reportes y conocer los diferentes formatos para eso, para luego compartir algunas de sus estrategias.

Todo fue organizado con la finalidad de llenar las expectativas de aprender de la naturaleza y disfrutar de ella teniendo conocimiento, ante el reto de desarrollar la cultura de la conservación. Se trató de un principio de transmitir este tipo de conocimiento a la comunidad teniendo en cuenta que el desarrollo sustentable provee empleos en el cuidado de un ambiente que a todos conviene mantener y difundir.

*Alumna del Centro de Estudios Tecnológicas del Mar (CETMar) No. 14

Instalaron campamento en la Ciénega Santa Clara.
(Fotos: Kenia Castañeda Nevárez)
Lo que el ojo no capta, los talleres aportan:
Maravillas ocultas del desierto sonorense
Por Kenia Castañeda Nevárez*

Como buenos sonorenses amamos la generosidad de nuestro estado, que nos permite apreciar sus bellezas naturales hasta donde se pierde el horizonte. Nuestro ojo aguileño, tiene la libertad de observar desde lejos el bello paisaje enmarcado por los tonos amarillos, naranjas y rojos de un bello atardecer, desde las azules y serenas aguas del Golfo de California hasta la silueta de alguna cactácea como el típico Saguaro, o un arbusto como la gobernadora, que es una planta con propiedades medicinales muy abundante en esta región.

A nuestro ojo no le imponen límites las montañas o bosques cargados de vegetación.

Viaja libre al igual que el rayo de luz, deleitándose en la distancia, posándose en las llanuras salitrosas de lo que antes fuera el majestuoso y extenso Delta del Río Colorado. Según el historiador Leo Hillar, en 1540 Fernando de Alarcón fue el primer explorador Europeo en navegar por las caudalosas aguas, del mismo, llegando a su confluencia con el Río Hardy.

La visión de nuestro ojo puede apreciar también con gran facilidad, el esplendor del imponente y oscuro pico de El Pinacate, volcán inactivo en la Sierra de Santa Clara a 1 mil 200 metros sobre el nivel del mar. De ahí, el padre y explorador Francisco Eusebio Kino pudo confirmar en el año de 1701, que Baja California no era una isla sino una península.

Se puede gozar la vista de paisajes sin igual, como son los amplios humedales de la Bahía Adair, un oasis para los moradores del desierto.

Pero el ojo humano no puede atravesar por debajo de las dunas formadas con el esparcimiento de las arenas y sedimentos rojizos del Río Colorado durante cientos de años. No logra llegar hasta las embarcaciones que naufragaron en el pasado y quedaron celosamente sepultados.

Tampoco es cuestión de simple vista el gran papel de los humedales de Bahía Adair como lugares de crianza y reproducción para el Alto Golfo de California.

Estudiantes y maestros del CETMar 14 participaron en el Primer Taller de Monitoreo Biológico Comunitario.

El sendero ofrece información de especies nativas como el cachorrito del desierto que se encuentra en peligro de extinción y sobre la importancia de este humedal de agua salobre, siendo el más grande del desierto sonorense con valiosos beneficios para pobladores y visitantes de sitio.

Terminado el recorrido, fueron al Ejido Samuel Ocaña a un lugar llamado comúnmente La Pila, donde el agua caliente brota para sustentar abundante vegetación y fauna. Luego de recorrer un poco el lugar se  colocaron unas trampas en la pila para intentar capturar una de las especies de peces, ya que el pupo del desierto se encuentra únicamente ahí.

EJIDO LUIS ENCINAS J.
Al igual, no es obvio sin estudios que además se encuentran dentro de la ruta migratoria de las aves y que merecen ser investigados, protegidos y dados a conocer al mundo, buscando generar una simbiosis sustentable entre sus moradores y el ambiente.

Por eso fueron colocados en la ficha Ramsar el 23 de Julio de 2008, haciendo de ellos uno de los 1 mil 888 sitios de humedales considerados de categoría internacional, según la ONU.

De ahí la importancia de las organizaciones dedicadas a la investigación y protección del ambiente de la Región del Golfo de California, como son: el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO), Pronatura Sonora y la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.

De ahí también el valor de la participación de los estudiantes de nuestra región en talleres impartidos por ellos, como el Primer Taller de Monitoreo Biológico Comunitario proporcionado en el mes de enero pasado a estudiantes y maestros del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CETMar No. 14), para dotarlos con las herramientas necesarias para realizar monitoreo de especies terrestres y costeras.

*Maestra, Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (CETMar) No. 14

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