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Proliferan oleoductos, promueven el uso de combustibles fósiles y la dependencia energética

Por Talli Nauman*

loading pipes for oil pipeline

En Topolobambo la tubería para construir los gasoductos se descargan de los barcos a los camiones. (Foto: cortesía de TransCanada Corp.).

MAZATLÁN

La empresa transnacional constructora de oleoductos más rechazada tanto por el pueblo como por la presidencia de Estados Unidos se ha granjeado el favor de los similares en México, y espera poner en servicio dos tuberías de gas natural en Sinaloa antes del fin de año.

La empresa con sede en Canadá ganó en junio de 2016 su séptimo contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para construir un ducto de gas natural. El nuevo contrato se suma a otros dos aquí en la región del noroeste.

Uno se origina en Topolobampo para atravesar las Barrancas del Cobre y llegar a El Encino, Chihuahua. El otro cruza entre Mazatlán y El Oro, a 50 kilómetros al noreste de Topolobampo.

Al celebrar sus recientes inversiones lucrativas, la empresa TransCanada Corp. se jactó de que México la “adoptó” y el gerente general de operaciones en este país, Robert Jones dijo que “no vislumbra un final en las oportunidades para proyectos, ni en el corto ni en el largo plazo”.

Jones señaló que la TransCanada Corp. ha “establecido una marca impresionante en el país (…) trabaja con las comunidades locales e indígenas, y trata a las personas con respeto. A causa de estos valores, TransCanada ha sido adoptado en México", dijo en un comunicado del 2 de agosto.

Recientemente, TransCanada Corp. perdió la batalla ante la lucha popular contra su propuesta de construir un oleoducto para llevar el combustible fósil de las arenas bituminosas de Canadá, a las refinerías y puertos de exportación en el Golfo de México, atravesando la principal zona agrícola de Estados Unidos.

El Ejecutivo del gobierno de los Estados Unidos vetó el permiso para ese proyecto, el oleoducto Keystone XL, debido a la fuerte oposición de las poblaciones indígenas y rurales cuyas tierras y agua corren el riesgo de derrames de tuberías que transportan los tóxicos peligrosos petrolíferos.

Un oleoducto de TransCanada Corp. construido antes de la propuesta del Keystone XL derramó en 14 ocasiones su carga de crudo de las arenas de alquitrán diluidas, tan solo en su primer año de servicio en la ruta de Canadá, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Missouri e Illinois.

Ahora, TransCanada Corp. tiene una demanda en contra de Estados Unidos en la Corte Federal y otra en el tribunal internacional del Tratado de Libre Comercio de América del Norte por la pérdida de los ingresos esperados debido a la desautorización del proyecto privado de infraestructura del Keystone XL, que habría sido el segundo de la compañía para trasladar ese tipo de combustible.

Las quejas han suscitado la indignación de activistas por la justicia climática y defensores de la energía limpia que luchan contra la empresa esperanzados en poner freno a la proliferación de gases de efecto invernadero mediante la reducción de opciones de transporte de combustibles fósiles.

"No se puede negar el impacto de detener un importante proyecto de ducto", declaró la organización sin fines de lucro Natural Resources Defense Council.

"Al dejar más petróleo sucio bajo tierra en el Norte, se crea mayor espacio para que crezca la energía más limpia," agregó.

La industria programó para el año 2030 triplicar la producción de arena bituminosa, una de las fuentes de combustibles más contaminantes del orbe; ahora trata de cancelar docenas de contratos mineros.

TransCanada Corp., con sus argucias derrotadas por el momento en Estados Unidos, va abriendo cada vez más campo en México. Ya es dueño y operador del gasoducto Manzanillo-Guadalajara, y de otro en Tamazunchale, en el estado céntrico de San Luis Potosí. Anticipa inaugurar la extensión del Tamazunchale a la brevedad.

La empresa consiguió la complacencia de los Rarámuri para realizar la obra de la línea de Topolobampo por las Barrancas de Cobre al proporcionar muchos regalos de equipamiento de beisbol, útiles escolares, infraestructura educativa, y salones comunitarios.

Raramuri members

TransCanada Corp. obsequió a los Raramuri equipamiento deportivo, útiles escolares y aún edificios con fin de ganar su apoyo para la línea de Topolobampo que cruzará las Barrancas del Cobre. (Foto: cortesía TransCanada Corp.).

El segmento del gasoducto de TransCanada Corp. que sale de Mazatlán llega hasta otra línea en El Oro; de ahí se va a Guaymas a conectarse al gasoducto Sonora, actualmente en construcción por una filial de Infraestructura Energética Nova, S.A.B. de C.V. (IEnova) que antes fue Sempra México, subsidiaria de Sempra Energy, una compañía con sede en San Diego, California, enlistada en las 500 empresas más importantes por la revista Fortune.

IEnova construye una extensión de 500 km para luego transportar gas natural entre Sàsabe y Guaymas, en Sonora. La compañía ha finalizado la construcción de un tramo entre Sásabe y Puerto Libertad, que todavía no estaba en funcionamiento en agosto de 2016.

Mientras tanto, IEnova y TransCanada Corp. trabajan juntos en el Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan.

Los Pinos, mediante TransCanada Corp., da apoyo a la privatización desenfrenada del sector energético y fomenta el consumo de la energía eléctrica. Como resultado, la empresa prevé un incremento del 75 por ciento en la demanda de gas natural de México.

“México contribuirá de manera muy importante a alcanzar la visión de TransCanada de convertirnos en una de las compañías líderes en infraestructura energética en América del Norte”, declara la literatura corporativa.

“No hay ningún cuestionamiento con respecto al ritmo acelerado y al implacable compromiso del Presidente Enrique Peña Nieto con la histórica Reforma Energética del país”, recalcó TransCanada Corp. al anunciar su más reciente proyecto, una asociación con el gigante de Transportes Marítimos Mexicanos y con Sierra Oil & Gas, el primer productor privado de petróleo desde el rompimiento del monopolio estatal sobre el sector con la reforma del 2015.

Con este proyecto se pretende facilitar el transporte y almacenamiento para "la creciente demanda de productos derivados del petróleo, tales como gasolina, diésel y combustible de aviación en el centro de México y los mercados contiguos", indicó la empresa.

Su esperanza es mover estos productos con los mismos derechos de vía adjudicados a TransCanada Corp. en 2015 y 2016 para construir gasoductos desde Tuxpan, Veracruz, hasta Tula, Hidalgo, y desde Tula a Villa de Reyes, San Luis Potosí, en donde la planta generadora de luz actualmente funciona con el contaminante combustóleo.

Se destina el gas natural transportado por los nuevos ductos a la conversión de las centrales generadoras de energía eléctrica con el propósito de reducir la contaminación de los combustibles en uso en varios otros lugares del país, incluso Guaymas, Mazatlán, Topolobampo, y Tuxpan.

Mientras que el gas natural se percibe generalmente como un combustible de transición en la sustitución de combustóleo o de carbón, hacia las estaciones generadoras de energía solar renovable, el concepto de impulsar la producción de electricidad se desentiende de los postulados de la ONU que apuntan a reducir el consumo de energía como la clave para frenar el cambio climático extremo.

Los últimos contratos de TransCanada con la CFE aumentan la dependencia de los insumos extranjeros, mientras que "las reservas de gas natural sin explotar de México, si se aprovechan adecuadamente, podrían proporcionar eventualmente la independencia energética a México", estiman analistas de la industria en el foro Engenerati.

*Codirectora de Periodismo para Elevar la Conciencia Ecològica.