Por Talli Nauman*
Un nuevo acuerdo entre México y Estados Unidos repone el flujo al ecosistema del Delta del Rio Colorado y funge como proyecto piloto para la resolución de conflictos sobre aguas fronterizas en cualquier otra latitud.
Es un pacto con vigencia de cinco años firmado el 20 de noviembre de 2012 en San Diego, California, por el Secretario en turno de Medio Ambiente y Recursos Naturales en México, Juan Elvira y el Secretario del Interior de Estados Unidos, Ken Salazar. Llamado la Minuta 319, es una enmienda al Tratado 44 administrado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas, y es aclamado como un logro histórico.
"Este es un gran logro para todos los que han trabajado para restaurar el hábitat en el delta y para las comunidades locales que se benefician", dijo Francisco Zamora, director del Proyecto Legajo del Delta del Río Colorado, en el Sonoran Institute, con sede en Tucson, Arizona.
El convenio reconoce la importancia y el papel continuo de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) en rehabilitar la sensible región del delta, además de fortalecer proyectos de restauración ya en pie, explica.
"Hemos trabajado por este fin desde hace muchísimos años. Ahora comienza el trabajo realmente difícil", dijo Zamora, al referirse a la tarea encomendada a las ONGs de recaudar los fondos necesarios para asegurar el agua y aumentar los esfuerzos de restauración.
Un proyecto relacionado por parte del Sonoran Institute es la restauración de dos hectáreas de hábitat nativo a las orillas del río, haciendo del sitio una de las áreas más grandes y pobladas de álamo y mimbre en la parte del río que corresponde a México.
Otros proyectos recientes del instituto incluyen el establecimiento de hábitat de pantano en la ciénaga artificial de Las Arenitas, y la creación de un pequeño canal en el estuario del Alto Golfo de California que lleva las aguas al mar como antes ocurría de manera natural.
Como parte del acuerdo binacional, una coalición de ONGs, incluyendo al Sonoran Institute, Pronatura Noroeste, y el Environmental Defense Fund, tienen el mandato de conseguir la tercera parte del total del agua ahora asignado al delta. Mediante el Colorado River Delta Water Trust, un fideicomiso formado por la coalición en 2008, las organizaciones fijan la meta de montar una campaña de recaudación en conjunto con The Nature Conservancy.
"La situación en el Delta del Río Colorado es emblemática de tantos desafíos que enfrentamos en la protección de los ríos y los humedales en todo el Oeste", dijo Hans Cole de la Patagonia, Inc., un socio clave en la restauración. "En Patagonia, con la campaña Salvemos el Río Colorado, estamos inspirados y esperanzados al imaginar las posibilidades de una región del delta restaurada. Agradecemos al Sonoran Institute y la comunidad de socios y activistas que han trabajado tan duro para lograr el cambio en este asunto”.
El acuerdo fija nuevos lineamientos para el manejo del agua del río en tiempos de sequía, y sienta las bases para las inversiones en proyectos de conservación del líquido que aseguren el balance de la naturaleza en tiempos de sequía.
El documento "es la validación de la importancia de nuestro trabajo de restauración en sitio en la región del delta, y un reconocimiento de que los flujos constantes de agua son vitales para el bienestar de las personas, las comunidades y la vida silvestre en la región", dijo Zamora. "Representa un paso importante para lograr nuestras metas de conservación en la región y es un gran impulso a los esfuerzos de nuestros muchos socios conservacionistas en México y EUA".
El Río Colorado es una superpotencia entre ríos. Proporciona agua potable para más de 30 millones de personas, riega 2 millones de hectáreas de cultivo, produce energía hidroeléctrica abundante, y apoya la industria de la recreación. El Delta del Río Colorado también es un vínculo fundamental para apoyar la migración de cerca de 400 especies de aves en su viaje por el desierto de Sonora en el norte de México, Arizona y California.
Desde hace 6 millones de años, el río recorrió su trayectoria desde las Montañas Rocallosas hasta el Alto Golf de California. Sin embargo, desde los años 60, después de la construcción de una serie de presas en Estados Unidos, las aguas dejaron de llegar hasta la región del delta. Enormes zonas de humedales se secaron, poniendo en riesgo la población indígena, las comunidades y la vida silvestre que dependen del líquido para su sobrevivencia.
"Este acuerdo representa un gran avance para la gestión cooperativa de los recursos de agua en un río internacional", dijo Peter Culp, abogado de Squire Sanders, que representó los intereses de la conservación en las negociaciones binacionales. "Es un primer paso
hacia una verdadera asociación entre EUA y México para atender las necesidades ambientales y humanas en la Cuenca del Río Colorado. Asimismo es una asociación que vamos a necesitar en la medida de que nos enfrentamos a una era de creciente escasez en el Río Colorado."
En apoyo al esfuerzo de atraer los fondos necesarios para comprar el agua y retomar al delta, el hijo del cineasta Robert Redford, James, recientemente produjo y distribuyó un documental, y habló en entrevista con Meloncoyote en Octubre durante una muestra en Texas.
“La restauración del Delta del Río Colorado es una de las historias más esperanzadoras en cuanto a la capacidad de la naturaleza para recuperarse”, dijo el productor de la película “
Watershed”.
Mediante el documental y otras medidas, el Colorado River Delta Water Trust busca recaudar unos 2 millones de dólares para adquirir 8 mil pies agua, para empezar.
"El nuevo acuerdo entre EUA y México sobre los flujos de agua del Río Colorado es un homenaje a la labor del
Sonoran Institute y sus muchos socios, que han demostrado que una pequeña cantidad de agua puede devolverle la vida al delta y a las comunidades en la región”, dijo Redford.
*Codirectora de Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica