Jaguar, el desafío de las Américas
Un gurú en el tema de la conservación y defensor del jaguar, el doctor Alan Rabinowitz visitó las montañas que comparten Jalisco y Nayarit, uno de los puntos boreales más importantes de asentamiento y distribución del mítico tecuani de los antiguos mexicas. (Foto: Cortesía de Viaje del Jaguar).
TEPIC
Podrían quedar alrededor de 100 mil jaguares en toda América, señala uno de los gurúes más reconocidos del mundo en el tema de la conservación, el doctor Alan Rabinowitz. Pero alerta: "No podemos confiarnos; hace un siglo había una cantidad similar de tigres en el sudeste de Asia, y en pocas generaciones han quedado al borde de desaparecer. Esa no puede ser la historia del jaguar".
Rabinowitz es cofundador de Panthera, una organización civil que se ha propuesto trabajar con los gobiernos para sacar adelante proyectos ambiciosos de conservación de grandes felinos en todo el planeta. La premisa es que los depredadores, como especies sombrilla, son los sustentadores de los ecosistemas.
El término Panthera se refiere a un género de la familia Felidae en la nomenclatura de Linneo y específicamente a las pocas especies de gatos de gran talla que suelan rugir: leones (Panthera leo), tigres (P. tigris), leopardos (P. pardus), leopardos de las nieves (P. uncia) y jaguares (P. onca).
Rabinowitz es una leyenda. Su nombre tiene que ver con la existencia de la mayor reserva natural del mundo para el declinante Tigre de Bengala, la Reserva de Tigres del Valle Hukaung, en Myanmar (la antigua Birmania), así como el primer santuario que se estableció para salvar jaguares en las Américas: la Reserva Forestal de la Cuenca Cockscomb, en Belice. Pero además, es el que ideó los corredores de jaguar, un concepto que ahora vertebra todos los esfuerzos mesoamericanos de protección a la única pantera del Nuevo Mundo.
Ha sido el leit motiv de su vida: luchando por los felinos luchó contra el cáncer, contra la tartamudez y contra las dificultades de la socialización en su natal Nueva York, de acuerdo con los documentales sobre su vida que ha publicado National Geographic. Time lo calificó como el "Indiana Jones" de la protección de la vida silvestre.
En mayo pasado estuvo en México, y guiado por el presidente del Comité de Conservación del Jaguar en el país, el michoacano Rodrigo Núñez Pérez, visitó las montañas que comparten Jalisco y Nayarit, uno de los puntos boreales más importantes de asentamiento y distribución del mítico tecuani de los antiguos mexicas.
Entre las reuniones, se dio tiempo de conversar por vía telefónica, y con el apoyo de la traducción de la directora en México de Panthera, Diana Friedeberg, esta es parte de la plática.
- ¿Cuál es la misión que Panthera se está planteando en esta visita a México?
- En México estamos lanzando una gran iniciativa denominada Journey of the Jaguar (Viaje del Jaguar). Se trata de recorrer el trayecto del jaguar desde México hasta Argentina para ver las condiciones de los corredores y resaltar la importancia del Panthera onca en estas zonas; ver colaboraciones de otras agrupaciones para su conservación. Nos hemos dado cuenta que en México hay muchos esfuerzos de ONGs que están trabajando, rescatando individuos; de ejidatarios y comuneros que quieren sus terrenos para conservación; también hay esfuerzos del gobierno, pero son esfuerzos aislados que debemos coordinar, para que todo esto se sume y lleguemos a la realidad de conservar el jaguar.
- Vivimos tiempos de mucha retórica gubernamental por lo verde, pero los presupuestos públicos no sólo no crecen, sino que han sido mermados y no parece que haya para sustentar proyectos de conservación de largo aliento.
- Sí, todo esto es realmente cierto, no solo en México; esto sucede con los 18 gobiernos con los que trabajamos para la conservación del jaguar; muchos gobiernos prometen, pero siempre hay la queja de que no hay los suficientes recursos para hacerlo. Nosotros creemos que sí hay recursos pero que no se les da la prioridad a estos proyectos conservacionistas, no se le da la importancia a la conservación de especies prioritarias como es el jaguar. Parece que ven importante conservar áreas verdes, zonas de paisajes que son bellas, pero no ven lo demás como necesario para nuestro futuro, para nuestra salud humana; y la realidad es que las áreas naturales protegidas tienen una función esencial, dependemos de sus servicios ecosistémicos: Necesitamos agua, aire, todo lo que extraemos; la mitigación al cambio climático, todo eso se tiene que priorizar y poner a la conservación y a la ecología como prioridad en el gobierno.
- ¿Cómo parecía la salud del jaguar, considerando monitoreos que arrojan cifras interesantes, y un amplio rango de distribución, y sobre todo si lo comparamos con la precariedad de las otras panteras del mundo?
- El jaguar, frente a los otros grandes felinos, realmente se encuentra muy bien, sus números están bien; en cambio, el tigre y león están en estado cercano a la extinción; pero algo que hay que resaltar, de los 100 mil ejemplares de jaguar que quedan en el mundo: Hace 100 años ese mismo número era el que teníamos de tigres; y en ese mismo tiempo perdimos mucho sus poblaciones. Lo que queremos evitar es que los jaguares lleguen a ese mismo destino. Tenemos que aprender lo que ocurrió con los otros grandes felinos para que al jaguar no le suceda lo mismo, porque en tres o cuatro generaciones se puede ir la mitad de su población.
- ¿Qué amenazas identifica para la especie?
- Entre las amenazas esta la cacería furtiva, ya sea del jaguar o de las presas que consume. Otro problema es que hay muchas poblaciones de jaguar, pero que están aisladas. Lo mejor es que existan estos corredores biológicos para que se puedan conectar estas poblaciones, porque poblaciones aisladas dan pie a una extinción de la especie; esta necesita un banco genético fuerte, y eso se logra si se sostienen corredores desde México hasta Argentina, y que estas poblaciones estén relacionadas. Eso permitirá jaguares a futuro.
- ¿Puede haber una economía, sobre todo local, sustentada en la supervivencia del jaguar?
- Claro, definitivamente; utilizándolo como una especie carismática, todos los mexicanos tienen al jaguar en el corazón; que sean los ejidos los que puedan trabajar con ellos para desarrollar una especie de ecoturismo, de tener esa aventura de gente que pague y haga el recorrido y les hablen de toda la cultura que rodea al jaguar, lo cual es importantísimo no sólo para el corredor biológico y genético que hay en México; aquí fue donde comenzó el corredor cultural del jaguar, desde las culturas prehispánicas que se establecieron nació esa cosmovisión del jaguar, en especial con los olmecas: Toda su vida giraba en torno a esta especie, y esto es algo precioso que debería ser aprovechado.