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Tohono O´odham afirman que el levantamiento del muro fronterizo de Trump viola sitios sagrados y sus derechos

Por Talli Nauman*

Ned Norris, Jr.

Ned Norris, Jr., el mandatario tribal de los Tohono O'odham.

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Las agencias federales no han convocado las consultas requeridas con la Nación Tohono O'odham sobre la destrucción causada por la obra del muro fronterizo México-Estados Unidos, testificó el mandatario tribal Ned Norris, Jr. el 26 de febrero ante el Subcomité sobre los Pueblos Indígenas de los Estados Unidos de la Cámara de Representantes.

Los constructores del muro han arrasado con sitios religiosos y culturales de gran importancia para los Tohono O’odham, Norris dijo.

"Dinamitar estos sitios sagrados y cementerios es lo mismo que saquear al Cementerio Nacional de Arlington o cualquier otro panteón", manifestó Norris. "Nuestra historia como pueblo está siendo borrada y los restos de nuestros antepasados están siendo profanados".

Imploró al Congreso que "actúe para restringir o eliminar los poderes tan amplios y peligrosos que tiene para la construcción del muro el Departamento de Seguridad Nacional, mismos que le han permitido hacer caso omiso de respetar las leyes de preservación cultural, y obligarlo a consultar a las tribus sobre estos temas". Agregó que “preservar estos sitios no sólo es importante para los O’odham, sino también para la historia y la cultura de los Estados Unidos".

La Nación Tohono O’odham es una tribu reconocida federalmente con más de 34 mil ciudadanos tribales inscritos. Sus tierras tradicionales se extienden desde lo que ahora es el centro y sur de Arizona hasta el Golfo de California en Sonora, México. La reserva actual de la nación incluye 100 kilómetros de frontera internacional y ha estado en la primera línea de la política fronteriza desde 1854.

La construcción del muro fronterizo en áreas de importancia cultural como Quitobaquito Springs y Monument Hill ha destruido sitios sagrados, cementerios y otras áreas de importancia para la nación Tohono.

El Servicio de Parques Nacionales de los Estados Unidos reconoce que estas áreas son sagradas para los O’odham. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional ha ignorado las recomendaciones para la preservación cultural y las leyes ambientales.

A pesar de las repetidas solicitudes de la tribu para consultas sustanciosas sobre los impactos de la construcción del muro y de las promesas del Departamento de Seguridad Nacional de convocarlas, según requiere la ley, no han tenido a lugar tales conversaciones, afirma el gobierno tribal.

saguaros

El cactus sahuaro que se está destruyendo por un muro fronterizo es una especie icónica previamente protegida en la Reserva de la Biosfera Internacional Organ Pipe Cactus. Haga clic para ampliar. Foto: Cortesía National Park Service.

El Congreso Nacional de Indígenas Estadounidenses (NCAI por sus siglas en inglés) también condenó el 27 de febrero la reciente actividad en el sureste de Arizona que llevó a la profanación de sitios culturalmente significativos, que incluye la voladura del icónico cactus sahuaro, protegido en el Organ Pipe Cactus National Monument.

El monumento es una Reserva de la Biosfera Internacional de la ONU, una de las 325 en el mundo con fin de probar y describir cómo los seres humanos pueden lograr un equilibrio entre los problemas aparentemente conflictivos de conservar la diversidad biológica, promover el desarrollo económico y social y mantener los valores culturales asociados, según el Servicio de Parques Nacionales.

" NCAI cree que al tender la exención de aplicar las leyes de protección cultural y ambiental, la Administración esquiva a su legalmente reconocida responsabilidad hacia los dominios indígenas establecida por tratados históricos, dañando de forma permanente sitios sagrados culturalmente sensibles, con una amenaza al respeto por la soberanía tribal", dijo la organización en una declaración escrita.

La declaración culpó al Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cuya administración suspendió al menos 41 leyes para construir el muro entre los Estados Unidos y México.

"Las acciones y políticas del Presidente son un completo fracaso, por la absoluta incapacidad de entender suficientemente a nuestra herencia ancestral y lo que significa honrar la responsabilidad que se le debe a los gobiernos y naciónes indígenas", afirmó el CEO de NCAI Kevin J. Allis. "La profanación de estos sitios sagrados en tierras tribales a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos es vergonzosa y debe detenerse de inmediato".

El NCAI se opone a la construcción del muro fronterizo en tierras tribales sin el consentimiento de las naciones originarias afectadas, y hace un llamado a la Administración para que cese de inmediato la actividad y se dirija directamente a la Nación Tohono O’odham.

Construir al muro es como echar sal a la herida en este territorio indígena soberano. Desde principios del siglo XVIII hasta la actualidad, el territorio de los O’odham ha sido ocupado por gobiernos extranjeros, dice.

En 1853, a través de la Compra de Gadsden, o el Tratado de la Mesilla, el territorio de los O’odham se dividió casi a la mitad, entre Estados Unidos y México. El tratado obligó a los Estados Unidos a honrar todos los derechos a la tenencia de la tierra de los ciudadanos mexicanos, que incluían a los O'odham, que debían tener los mismos derechos constitucionales que cualquier otro ciudadano de los Estados Unidos.

Sin embargo, la demanda de terrenos para asentamiento se intensificó con el desarrollo de la minería y el ferrocarril transcontinental. Esa demanda resultó en la pérdida de la jurisdicción O’odham en áreas de ambos lados de la frontera. Además, la frontera entre Estados Unidos y México se ha convertido en "una barrera artificial para la libertad de los Tohono O’odham", afectando su derecho de libre tránsito así como el de recolectar alimentos y materiales necesarios para mantener su cultura, y poder visitar a miembros de la familia y sitios sagrados tradicionales", sustenta su gobierno. Los miembros O'odham deben presentar pasaportes e identificación fronteriza para ingresar a los Estados Unidos si sale de la parte de su tierra al sur de la línea internacional.

Dicen que "en innumerables ocasiones, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos ha detenido y deportado a miembros de la Nación Tohono O’odham que simplemente viajaban por sus propias tierras tradicionales, practicando tradiciones migratorias esenciales para su religión, economía y cultura". Del mismo modo, en muchas ocasiones, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha impedido que los Tohono O’odham transporten materias primas y bienes esenciales para su espiritualidad, economía y cultura tradicional. Se informa que los funcionarios fronterizos también han confiscado artículos culturales y religiosos, como plumas de pájaros comunes, hojas de pino o gramináceas.

La división de las tierras O’odham "ha resultado en una división artificial de la sociedad O’odham", dicen. Las bandas O’odham ahora se dividen en cuatro tribus reconocidas por el gobierno federal: la nación Tohono O’odham, la comunidad nativa del río Gila, la comunidad nativa Ak-Chin y la comunidad nativa del río Salt (Pima Maricopa).

Otra banda, Hia-C’ed O’odham, no es reconocida federalmente, mientras que sus miembros residen en el suroeste de Arizona. Todos los grupos todavía hablan el idioma O'odham, que deriva del grupo de idiomas Uto-Azteca, aunque cada grupo tiene dialectos diferentes.

National Parks Conservation Association (la asociación de conservación de parques nacionales), una organización sin fines de lucro, envió un fuerte mensaje de apoyo a la declaración de Norris con una carta al Congreso el mismo día de su presentación. Afirma:

“El Organ Pipe Cactus National Monument fue creado en 1937 para proteger su planta homónima y una porción escénica y biológicamente rica del desierto de Sonora. Sin embargo, el parque también juega un papel importante en la protección, preservación e interpretación de los sitios arqueológicos que datan de aproximadamente 1 mil 600 años. La destrucción reciente y continua de las tierras del Parque, incluidas las tierras natales tradicionales y los lugares de entierro sagrados por la Nación Tohono O’odham, no solo socava el mandato de preservación del Servicio de Parques Nacionales bajo la Ley Orgánica de 1916, sino también pone en tela de juicio la historia de quién importa.

“El 7 de mayo de 2019, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) anunció un plan para construir un muro de bolardos de 10 metros de altura a lo largo de la mayoría de los 50 kilómetros del Organ Pipe National Monument y 24 kilómetros del vecino refugio nacional de vida silvestre Cabeza Prieta, así como un segmento de la frontera en el Coronado National Monument, que reemplaza principalmente las barreras vehiculares existentes.

“Mientras CBP abrió un período de comentarios públicos que se extendió hasta el 5 de julio 2019, el Departamento de Seguridad Nacional el 15 de mayo 2019 suspendió 41 leyes ambientales que cubren las áreas del proyecto; al día siguiente se adjudicaron los contratos. Está claro que el período de comentarios públicos fue solo por cubrir las apariencias y no pretendía tener un impacto significativo en el plan de construcción.

“Al proporcionar $1.4 mil millones adicionales a los fondos para el muro fronterizo y sin restricciones en el uso de los fondos para el Departamento de Defensa, el proyecto de la Ley de Asignaciones para el año fiscal 2020 no solo permitió que más proyectos avanzaran, sino que efectivamente proporcionó un sello de aprobación para los proyectos en Organ Pipe, Coronado y otras tierras públicas a lo largo de la frontera. Y ahora estamos viendo las consecuencias de esa decisión", lamentó la asociación de conservación de parques nacionales.

En febrero de 2017, un mes después de que Trump emitió la Orden Ejecutiva 13767 para construir el muro fronterizo, la Inter Tribal Association of Arizona (la asociación inter tribal de Arizona) ratificó una resolución en nombre de 21 naciones indígenas que se oponen a la construcción y a las asociadas exenciones de las leyes federales y de otro tipo que protegen las tierras indígenas.

Dos años después, no ha habido respuesta.

Además de destruir innumerables cactus sahuaro y otras plantas de importancia cultural, el proyecto está destinado a "dañar especies en peligro de extinción como el jaguar y otros animales salvajes sagrados para las tribus", afirmó la organización.

El Sierra Club y el Centro para la Diversidad Biológica también presentaron fuertes objeciones a la construcción del muro, citando graves implicaciones para especies de fauna migratoria en peligro de extinguirse.

*Directora de Periodismo para Elevar la Conciencia Ecológica